Nací en Pontevedra, pasé parte de mi niñez en Barcelona y me establecí definitivamente en Madrid. En todas estas etapas de mi vida fui inspirada por estas ciudades y las personas que en ellas habitan. Cultivé mi cuerpo, mente y espíritu, a través de la danza, entrenamiento deportivo, yoga, meditación, Tantra y otras disciplinas.

Aunque no me gusta hablar mucho de ello, he tenido que superar muchas adversidades en mi vida. Mis padres murieron siendo yo muy joven y estas pérdidas me marcaron mucho. Pero pude remontar el vuelo y encarar la vida con fuerza. Me dediqué a lo que más amaba, a la danza, la actividad física y a la enseñanza del yoga.

Un accidente de moto y un grave problema estructural de mi columna marcaron un antes y un después en mi vida y en mi entrenamiento. Los médicos me prohibieron entrenar y no podía coger nada de peso. Me advirtieron de la posibilidad real de terminar en una silla de ruedas. Quedé desolada. Notaba cómo mi cuerpo iba perdiendo masa muscular, fuerza y potencia. Así que tomé una decisión y contra todo pronóstico comencé a entrenar y hacer yoga.

Mi propio entrenamiento. Mi propia practica yóguica.

Todo esto me llevó a investigar y trabajar de una forma muy minuciosa. Yo me convertí en mi propia alumna, como espejo en el cual proyectar un claro espíritu de superación y de guerrera, con una vía interna basada en la nobleza, el equilibrio y la fortaleza. Desarrollé un entrenamiento propio llamado Tribalance Training, en el cual utilizo diferentes enfoques para fortalecer el cuerpo sin la necesidad de usar apenas peso, pero logrando un entrenamiento completo. Un entrenamiento que empezó a recuperar mi cuerpo, a crear una estructura muscular firme que sujetó mis lesiones, me devolvió movilidad y funcionalidad.

También desarrollé Dipika Yoga, un método de Yoga personal que desde una perspectiva actual mantiene la esencia espiritual y ancestral del yoga, que busca la consecución del “Cuerpo Diamantino”. Me permitió fortalecerme de dentro hacia afuera y desarrollar una capacidad de comprensión profunda del cuerpo y su biomecánica. Este método permite trabajar el cuerpo, sin olvidarse de aspectos energéticos, mentales y espirituales muy importantes para el desarrollo de una evolución personal.

No he tenido una vida ordinaria, he tenido que aprender a ser fuerte, a superar muchos obstáculos internos y externos. He tenido que aprender a ser versátil y saber adaptarme a todo lo que la vida me he traído. Desde la aceptación, he tenido que establecer una actitud de superación y un espíritu guerrero. He tenido que romper moldes, porque la vida nos rompe muchas veces los esquemas prestablecidos. He tenido que trabajar mi cuerpo desde diferentes enfoques para podre entrenarlo, recuperarlo, regenerarlo y olvidar la sombra del “no puedes”. Pero también entendí que necesitaba sanar, equilibrar y potenciar mi energía, mi mente y mi mundo interno. Necesitaba tratarme a mi misma con la amplitud y profundidad que un ser humano tiene.

A lo largo de estos años, a través de mis métodos y mi enfoque personal, he podido ayudar a muchas personas. 

Si han existido, han podido superar problemas diversos. Han descubierto la posibilidad de tener una vida más equilibrada, han cambiado positivamente algunos aspectos, para potenciar su salud en el sentido más amplio de la palabra y hacer su vida un poco más plena y luminosa. Siempre desde una perspectiva amplia, profunda, dinámica y versátil. Y por supuesto sin olvidar la alegría y el sentido del humor. Mi metodología de trabajo es un reflejo de todo lo que he vivido y experimentado en mí misma, por eso tiene la profundidad y amplitud necesarias para ser un programa completo que aborda las necesidades de una persona. Esta comprobado que ha funcionado en mí y en otras muchas mujeres.